El Turrón de Alicante es más que un simple dulce navideño; es un símbolo de tradición, sabor y orgullo alicantino que ha perdurado a lo largo de los siglos. Aunque su fama es indiscutible, su historia y origen están rodeados de curiosidades que lo hacen aún más fascinante.
Hablar del turrón es remontarse a épocas lejanas, cuando el Mediterráneo era un crisol de culturas que compartían sabores y saberes. Aunque no hay un consenso claro sobre su origen exacto, muchos coinciden en que fueron los árabes quienes introdujeron la combinación de miel y frutos secos durante su dominio en la península ibérica entre los siglos VIII y XV.
El nombre “turrón” podría derivar del verbo latino “torrere” (tostar), en alusión a las almendras, o incluso estar relacionado con apellidos catalanes como “Turró”. Sea como sea, Alicante, con su abundancia de almendros y miel, se convirtió en el lugar perfecto para el desarrollo de este manjar.
Con el tiempo, este dulce humilde, nacido como alimento energético para los más desfavorecidos, evolucionó hasta convertirse en un elemento imprescindible de las mesas navideñas. Jijona, localidad cercana a Alicante, jugó un papel crucial, convirtiéndose en el epicentro de su producción y asegurando su calidad con la Denominación de Origen Protegida (DOP).
Ingredientes sencillos, sabor único
El secreto del Turrón de Alicante reside en la calidad de sus ingredientes:
- Almendra Marcona, considerada la reina de las almendras por su sabor suave y textura crujiente.
- Miel pura, que aporta dulzura y aroma.
- Clara de huevo y azúcar, que unen todos los elementos en una mezcla perfecta.
La combinación de estos ingredientes, sometidos a un proceso artesanal transmitido de generación en generación, da lugar a un dulce con una textura firme y un sabor inconfundible
El Turrón de Alicante no solo ha sabido conservar su esencia, sino que también ha evolucionado para adaptarse a los nuevos tiempos. Además del turrón clásico, hoy en día encontramos variedades como el Turrón de Jijona, de textura blanda, y versiones innovadoras que incluyen chocolate, frutas o incluso licores.
Además, este dulce ha trascendido su rol navideño y se ha integrado en la alta cocina y la repostería moderna. Es común encontrar helados, tartas y postres elaborados con turrón, una muestra de su versatilidad.
Turrón de Alicante vs. Turrón de Jijona: dos joyas de la misma tradición
Aunque el Turrón de Alicante y el Turrón de Jijona comparten el mismo origen en la región de Alicante y están protegidos por la Denominación de Origen Protegida (DOP Jijona y Alicante), cada uno tiene características únicas que los hacen especiales. Ambos son considerados emblemas de la gastronomía alicantina, pero su textura y elaboración los diferencian.
Turrón de Alicante: el crujiente clásico
El Turrón de Alicante, conocido como el “turrón duro”, se caracteriza por su textura firme y crujiente. Este tipo de turrón se elabora con almendras enteras de la variedad Marcona, miel pura, clara de huevo y azúcar.
- Aspecto: Tiene una tableta dura con las almendras visibles en la superficie.
- Sabor: Combina el dulzor de la miel con el sabor tostado de las almendras enteras, ofreciendo una experiencia única en cada bocado.
- Consumo: Es el preferido para quienes disfrutan de una textura crocante y un sabor tradicional.
Turrón de Jijona: la suavidad en un bocado
El Turrón de Jijona, conocido como el “turrón blando”, se diferencia por su textura cremosa y suave, lograda al triturar las almendras hasta formar una pasta fina que se mezcla con miel, clara de huevo y azúcar.
- Aspecto: Su color es más uniforme, y su consistencia permite cortarlo fácilmente con cuchara o cuchillo.
- Sabor: Intenso, con un toque dulce y una cremosidad que resalta el sabor de las almendras.
- Consumo: Ideal para quienes prefieren un turrón más suave y fácil de masticar.
La Denominación de Origen Protegida (DOP): garantía de calidad y tradición
Ambos turrones están protegidos por la Denominación de Origen Protegida (DOP Jijona y Alicante), un sello que garantiza que el producto ha sido elaborado siguiendo los métodos tradicionales y utilizando ingredientes de alta calidad de la región.
Esta DOP asegura que tanto el Turrón de Alicante como el Turrón de Jijona respeten las recetas y procesos que han pasado de generación en generación.
Además, pone en valor el trabajo artesanal de los productores locales, consolidando estos turrones como un símbolo de identidad de la Costa Blanca.
El Turrón de Alicante es mucho más que un dulce; es una experiencia que conecta con la historia, la cultura y el alma de Alicante. Cada bocado es un homenaje a siglos de tradición y al amor por los productos de calidad.
Si visitas Alicante, no dejes de probar esta joya gastronómica. Y si ya lo conoces, seguro que te seguirá conquistando con su sabor inconfundible. ¡El Turrón de Alicante es, sin duda, el dulce que nunca pasa de moda!